Solo es un sueño...

Toda mi vida he soñado, intentando descubrir cuál de todas las cosas reales e irreales eran verdaderas, ¿cuántas veces te abras preguntado si aquella cosa era un sueño? ¿O una pesadilla? muchas veces hemos querido despertar de la vida real rezando porque todo fuera un mal sueño.
Tranquilo... Solo es un sueño...

martes, 8 de junio de 2010

Sentimientos...



Otra vez ese maldito dolor en el pecho…esa sensación de ser apuñalada... ese dolor de ver a alguien sufriendo… y ese algo que te dice que es culpa tuya…

Otra vez las lagrimas, fría, dolorosa, resbalan por mi mejilla…

Me odio…, odio mi existencia, odio hacerle daño a la persona que más amo, a la gente que me rodea, no puedo ayudarles, soy incapaz de hacer nada bien

¿Por qué existo? El dolor y la tristeza solo son lo que ocupa mi destrozado corazón, odio verle sufrir… me siento mal, no puedo decírselo, se sentiría peor.

Mi alma cae hecha añicos cuando lo veo deprimido, y vuelve a renacer cuando sus labios me dicen que me ama…

Muchas veces siento el dolor del rechazo, muchas veces siento que nadie me quiere, me siento excluida del mundo, la gente me odia sin yo dar razones, simplemente lo hacen.

De nuevo, el dolor inunda mi pecho y mi boca dibuja una sonrisa. “No pueden verme triste, tienen que verme alegre siempre alegre…”

Me digo a mi misma mientras me coloco mi mascara y intento hacer feliz a la gente que me importa “quiero que por lo menos ellos sean felices…”

Mi mascara solo muestra una amplia sonrisa, ocultando mi dolor y mi pesar… “solo quiero que sean felices…” me vuelvo a repetir a mi misma mientras sigo con el baile de mascaras que es la vida.

Mucha gente lleva las suyas… “mira esa persona es tierna…”, cuando se quita la máscara un monstruo aparenta ser, “mira… él no tiene máscara… intenta hacer felices a todos…” me entristezco más. Yo antes era así, pero la vida me golpeó tantas veces que las lagrimas, los corazones en un puño y los nudos en la garganta tienen que quedar detrás de esta oscura máscara de dulces sonrisas.

Yo sé como es la gente…, sé distinguirla… tengo ese don, me molesta mucho cuando tropiezo con alguien que lleva una máscara de esas, son crueles… dañan a la gente, los odio.

Me dan ganas de gritarles, de mostrar mis lágrimas enfrascadas de herirles con su propia arma, pero… sigo siendo la misma tonta… la misma chica inocente que de vez en cuando necesita que la abracen… que la hagan sentir bien de verdad… que le den el aprecio que ella intenta dar.

Aunque siempre hay excepciones, gente buena que me aprecia, que me hace sentir bien, me alegro de haberlos conocido porque ellos hacen que el peso que siento en mi corazón se aligere un poco y pueda sonreír de verdad.

Doy gracias al cielo de haberlos conocido, de que mi camino de dolor a veces tenga paradas, para los mimos, abrazos y el apoyo incondicional que ellos me dan. Gracias le doy al destino por enseñarme que también hay gente en la que puedo confiar.

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