Solo es un sueño...

Toda mi vida he soñado, intentando descubrir cuál de todas las cosas reales e irreales eran verdaderas, ¿cuántas veces te abras preguntado si aquella cosa era un sueño? ¿O una pesadilla? muchas veces hemos querido despertar de la vida real rezando porque todo fuera un mal sueño.
Tranquilo... Solo es un sueño...

martes, 8 de junio de 2010

Historia de una muñeca



Cuando abrí los ojos padre ya no estaba. El mueble que antiguamente albergaba muñecas y algún que otro trasto estaba vacío y solo quedaba yo.

Padre… ¿Por qué? ¿Por qué me dejaste a medio hacer?

Simplemente no me entraba en mi pequeña cabeza que mi amado padre me hubiera abandonado.

Mi cuerpo y mis ropas estaban bien, cada cosa en su sitio, pero mi voz… Se había olvidado de mis cuerdas vocales, de mi caja de voz. La busqué desesperadamente por todas partes pero no la encontré… no encontré absolutamente nada., solo la caja en la que debía yacer durmiendo aguardando a mi nuevo dueño, pero sabía que nunca tendría un dueño que me quisiera.

Mucho tiempo después…

Padre… he vuelto a abrir mis ojos de cristal, estoy en una tienda rara, todo parece muy viejo y hay un señor con gafas de media luna que parece más viejo aún que las cosas que guarda…

A pasado una semana desde que desperté, la gente entra a ver las cosas del señor y este se las da por unas monedas o billetes.

Nadie se acerca a verme, me siento muy triste, mis cabellos y mi ropa se ensucian por el polvo acumulado al igual que mi rostro, parece que permaneceré aquí por mucho tiempo.

¡Padre! Hace unos días una mujer pareció fijarse en mí, hablo con el hombre pero este negó con la cabeza y la señora se fue algo triste; parece que no tenía para comprarme…

Hoy volvió a aparecer parece que sí que quería tenerme, le dio un reloj muy bonito a cambio de mi y el hombre lo acepto. Ahora mismo estoy en su casa, parece muy amable, nada más llegar me limpió y me arregló la ropa; su sonrisa es muy cálida y me hace sentir bien con sus hermosas palabras hacia mí. ¡Dijo que era bonita! Es la primera vez que me llaman así estoy muy feliz. Mis ojos brillan más que nunca y ella también me mira con ojos agradecidos, creo que le caigo bien. Pasan los días y me encuentro de maravilla, me hace ropita nueva y me la prueba, parezco modelo, me gusta mucho.

¡Papá! Hoy pasó algo muy malo… la señora parece que también está estropeada como yo, en estos momentos está sentada en una butaca sin poder moverse, parece que no le funcionan bien las juntas de las piernas, se calló cuando intento venir a cogerme. Papá por favor, ven y arréglala. Me siento triste porque no puedo ayudarla. Vinieron unos hombres, parece que se está poniendo peor, ahora va en una silla con ruedas grandes y se mueve por la casa con la ayuda de una mujer más joven.

Su piel se está volviendo del mismo color que las muñecas sin pintar que tu hacías, ahora me tiene en su mesita de noche así puede cogerme cuando lo desee. Sus ojos vivos en su momento se están volviendo vidriosos, habla conmigo mucho aunque menos de lo que hablaba, creo que está empeorando. Por las noches oigo como su respiración es poco continua, parece que le cuesta hacerlo. Temo que no pueda aguantar mucho más. Papá te lo suplico ven a ayudarla.

Este día es el más triste de toda mi existencia, la mujer de blancas mejillas y dulces ojos no los abrió hoy, cuando la mujer fue a despertarla no pudo ni abrirlos… por la noche sus palabras me despertaron, cuando abrí los ojos los suyos estaban llenos de lágrimas ahora la que llora soy yo, sus palabras aún retumban en mis oídos mientras que la chica corre a buscar ayuda.

“siento dejarte de nuevo sola…”

Una lágrima brotó de mis ojos de cristal recorriendo mi piel de porcelana para caer en la mano extendida de mi ama.


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