Me puse colorada al sentir su abrazo y sus cariñosas palabras, sonreí aún apoyada con cuidado en su pecho mientras le rodeaba con mis brazos.
-me alegra oírte decir eso…
Sentía como se me erizaba la piel al tacto de sus manos, abrí los ojos al sentir su dedo en mi mejilla, alzando la vista hacia él. Sonrojo. Mis mejillas comenzaron a arder solo con una mirada suya. ¿Qué era ese sentimiento? Me sentía nerviosa, pero a la vez protegida y… bien.
Sentía como si entre sus brazos no me pudiera pasar nada, como si una vida entera pudiera estar abrazada a él sin más.
Una noche. Un beso. Mi corazón palpitante, nervioso, asustado y completamente embelesado. Mariposas en el estomago, miedos, por algo que inminentemente pasó después. Terror, por perder algo querido, pero… aun así. Aun perdiendo. Sentía que ganaba, ganaba algo.
Amor. Sentimiento nuevo que reclamo que aparezca en estos renglones. Libertad y a la vez atadura. Miedo y a la vez confianza. Extraño sentimiento. Dulce como el azúcar aunque también tiene efectos secundarios. Es como una droga. Algo que cuando lo pruebas no puedes vivir sin ello. Menos aún si estas con la persona adecuada.
Sentirse bien, contigo, con él/ella, ver que cada vez tienes menos conciencia de lo que pasa a tu alrededor, pero no te importa. Sentirte flotar, perderte en sus ojos, pasar horas y horas con esa persona y que para ti solo sean milésimas de segundo. Que los días a su lado te parezcan cortos. Que los lugares a los que vayas no te importen en lo más mínimo si estas a su lado…
El sentimiento del amor es dulce, acompaña al sentimiento de la felicidad.
Las nuevas amistades no se pueden comparar con nada. Gente loca, divertida, agradable… ¿Qué más se puede pedir? Disfrutar de nuevas amistades (espero que duraderas)y de la compañía de tu ser amado. No tiene precio.
Una cosa les diré a las personas que han descubierto este hermoso sentimiento, y lo disfrutan plenamente…
Felicidades.
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